Entrevista realizada al Periodista Ricardo Rocha el viernes 24 de octubre 2008 a las afueras del foro donde se encontraba grabando el programa Animal Nocturno, Tv Azteca.
Uno de los mayores riesgos del periodismo es que en gran medida los periodistas terminamos en un camino paralelo al del sistema en turno. Un periodista se convierte, en un utensilio funcional al poder.
Si partimos del hecho que la noticia es lo que se ve en los medios, entonces el periodismo se ha convertido en un simple vocero de la línea editorial impuesta por el gobierno.
1.- ¿Cree que los periodistas y editores estamos preparados para decir la verdad sin seguir una línea editorial impuesta?
RR.- ¡Es imposible generalizar en este oficio! porque hay de todo como en la viña del señor; hay quienes trabajan en ser obsecuentes con el poder y además lo hacen muy bien, hay quienes trabajan, con una enorme constancia para estar con el gobierno en turno y hay quienes entienden la esencia real de la tarea periodística.
2.- ¿Cuál es la tarea esencial de un periodista?
RR.- La esencia de la tarea periodística es molestar e incomodar al poder; es darle voz a los sin voz, abrir espacios, llevar los micrófonos y las cámaras a los lugares más recónditos y buscar, que en situaciones muy complejas se expresen todas las voces.
3.- ¿Es fácil realizar esta tarea?
RR.- No, no es fácil porque hay muchas presiones tanto internas como externas y no siempre eres grato para mucha gente dentro del medio de información y por supuesto no eres grato para la gente del poder, político o económico; pero ni modo ¡Así es! Los periodistas no estamos para ganar premios de simpatía, estamos para criticar, para denunciar y también incluso estamos para reconocer cuando haya que hacerlo.
4.- ¿No considera usted que la información y la verdad son también víctimas en una crisis o conflicto?
RR.- No me lo había planteado nunca, pero evidentemente siempre hay estas estrategias manifiestas por parte del poder de ocultar o deformar durante las guerras y los conflictos. Estrategias que tienen que ver con el ejercicio mismo del poder y con el terror o con actividades del crimen organizado. Sí claro la verdad puede estar en serio riesgo y peligro.
5.-Entonces usted considera que los medios de comunicación cuentan con la capacidad de distinguir entre propaganda y hechos reales
RR.- No, no todos, aunque yo creo que la mayoría perciben cuando algo está mal, pero también no siempre existe el valor de reconocer que algo está mal; por temor, por omisión o por conveniencia no dicen lo que está pasando. Yo creo que siempre han existido, para fortuna nuestra, medios que tratan de indagar y decir lo que realmente ocurre.
En torno al Caso Aguas Blancas se que usted transmitió aquel video llamado “toda la verdad” en el programa Detrás de la Noticia.
6.- ¿Por qué cree usted Televisa permitió la transmisión de esta masacre?
RR.-Lo difícil no fue la transmisión, fue guardar el secreto.
En aquella época yo vi el video, tuve que salir a España dejándolo a un par de personas de mi confianza para el análisis técnico; a mi regreso pedí una cita a solas con Alejando Burillo- Vicepresidente de noticias de Televisa- y al ver el video se conmovió muchísimo y me dijo “Vienes a ver si pasa o no pasa ¿Verdad?”, a lo que respondió “¡por supuesto que va!, nada más que escóndelo, no puedes editarlo, no puedes verlo en el master y ese video se transmitió por medio de una casetera conectada a una cámara en el mismo estudio, se apretó play y así salió al aire.
Y que bueno que pasó así porque si no me hubiera tenido que ir de esa empresa que quiero mucho.
7.-Como un esfuerzo de síntesis, ¿Podríamos distinguir en la cobertura del caso de Aguas Blancas que correspondió al terreno de los hechos y qué al de la propaganda?
RR.- Cabe aclara que nosotros habíamos trabajado mucho el tema porque no nos la creíamos; hablamos mucho con integrantes de la OCSS; yo me trasladé y ellos vinieron otras veces, realmente hubo una tarea previa de nuestra parte. Los únicos que seguimos el caso en aquella época fuimos La Jornada, Proceso y nosotros.
Muchas cosas no cuadraban: los campesinos no suelen andar armados y menos con ese tipo de armas, y ellos lo confirmaron; el gobierno manipuló la información los mataron y luego les pusieron armas, dijeron que ellos los habían atacado ¡Y pues ni modo ellos fueron más listos! Todo fue una emboscada.
8.- ¿Podría contarnos alguna otra experiencia personal en la que vio algo que los medios no publicaran o por el contrario publicaran alguna mentira?
RR.-Tenemos el caso de lo que pasó hace no mucho tiempo en España con los atentados del 30 de marzo en Atocha cuando el gobierno de Aznar intentó esconder o voltear la verdad y no solo eso sino inventar una mentira y decir que los atentados eran obra de la ETA.
Y claro los periódicos que hay en el norte, noreste y noroeste de nuestro país donde ya hay la instrucción de no hablar del crimen organizado, y están aterrorizados porque han matado gente ¡Es muy complicado!
Uno de los mayores riesgos del periodismo es que en gran medida los periodistas terminamos en un camino paralelo al del sistema en turno. Un periodista se convierte, en un utensilio funcional al poder.
Si partimos del hecho que la noticia es lo que se ve en los medios, entonces el periodismo se ha convertido en un simple vocero de la línea editorial impuesta por el gobierno.
1.- ¿Cree que los periodistas y editores estamos preparados para decir la verdad sin seguir una línea editorial impuesta?
RR.- ¡Es imposible generalizar en este oficio! porque hay de todo como en la viña del señor; hay quienes trabajan en ser obsecuentes con el poder y además lo hacen muy bien, hay quienes trabajan, con una enorme constancia para estar con el gobierno en turno y hay quienes entienden la esencia real de la tarea periodística.
2.- ¿Cuál es la tarea esencial de un periodista?
RR.- La esencia de la tarea periodística es molestar e incomodar al poder; es darle voz a los sin voz, abrir espacios, llevar los micrófonos y las cámaras a los lugares más recónditos y buscar, que en situaciones muy complejas se expresen todas las voces.
3.- ¿Es fácil realizar esta tarea?
RR.- No, no es fácil porque hay muchas presiones tanto internas como externas y no siempre eres grato para mucha gente dentro del medio de información y por supuesto no eres grato para la gente del poder, político o económico; pero ni modo ¡Así es! Los periodistas no estamos para ganar premios de simpatía, estamos para criticar, para denunciar y también incluso estamos para reconocer cuando haya que hacerlo.
4.- ¿No considera usted que la información y la verdad son también víctimas en una crisis o conflicto?
RR.- No me lo había planteado nunca, pero evidentemente siempre hay estas estrategias manifiestas por parte del poder de ocultar o deformar durante las guerras y los conflictos. Estrategias que tienen que ver con el ejercicio mismo del poder y con el terror o con actividades del crimen organizado. Sí claro la verdad puede estar en serio riesgo y peligro.
5.-Entonces usted considera que los medios de comunicación cuentan con la capacidad de distinguir entre propaganda y hechos reales
RR.- No, no todos, aunque yo creo que la mayoría perciben cuando algo está mal, pero también no siempre existe el valor de reconocer que algo está mal; por temor, por omisión o por conveniencia no dicen lo que está pasando. Yo creo que siempre han existido, para fortuna nuestra, medios que tratan de indagar y decir lo que realmente ocurre.
En torno al Caso Aguas Blancas se que usted transmitió aquel video llamado “toda la verdad” en el programa Detrás de la Noticia.
6.- ¿Por qué cree usted Televisa permitió la transmisión de esta masacre?
RR.-Lo difícil no fue la transmisión, fue guardar el secreto.
En aquella época yo vi el video, tuve que salir a España dejándolo a un par de personas de mi confianza para el análisis técnico; a mi regreso pedí una cita a solas con Alejando Burillo- Vicepresidente de noticias de Televisa- y al ver el video se conmovió muchísimo y me dijo “Vienes a ver si pasa o no pasa ¿Verdad?”, a lo que respondió “¡por supuesto que va!, nada más que escóndelo, no puedes editarlo, no puedes verlo en el master y ese video se transmitió por medio de una casetera conectada a una cámara en el mismo estudio, se apretó play y así salió al aire.
Y que bueno que pasó así porque si no me hubiera tenido que ir de esa empresa que quiero mucho.
7.-Como un esfuerzo de síntesis, ¿Podríamos distinguir en la cobertura del caso de Aguas Blancas que correspondió al terreno de los hechos y qué al de la propaganda?
RR.- Cabe aclara que nosotros habíamos trabajado mucho el tema porque no nos la creíamos; hablamos mucho con integrantes de la OCSS; yo me trasladé y ellos vinieron otras veces, realmente hubo una tarea previa de nuestra parte. Los únicos que seguimos el caso en aquella época fuimos La Jornada, Proceso y nosotros.
Muchas cosas no cuadraban: los campesinos no suelen andar armados y menos con ese tipo de armas, y ellos lo confirmaron; el gobierno manipuló la información los mataron y luego les pusieron armas, dijeron que ellos los habían atacado ¡Y pues ni modo ellos fueron más listos! Todo fue una emboscada.
8.- ¿Podría contarnos alguna otra experiencia personal en la que vio algo que los medios no publicaran o por el contrario publicaran alguna mentira?
RR.-Tenemos el caso de lo que pasó hace no mucho tiempo en España con los atentados del 30 de marzo en Atocha cuando el gobierno de Aznar intentó esconder o voltear la verdad y no solo eso sino inventar una mentira y decir que los atentados eran obra de la ETA.
Y claro los periódicos que hay en el norte, noreste y noroeste de nuestro país donde ya hay la instrucción de no hablar del crimen organizado, y están aterrorizados porque han matado gente ¡Es muy complicado!
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